Deja tus donaciones de alimentos no perecibles en la portería de la parroquia o después de cada Misa para ayudar a los pobres.
Arroz, azúcar, fideos, granos secos, enlatados,
etc.
También necesitamos ropa usada en buen estado, juguetes, utensilios de cocina, pañales, paños húmedos, shampoo, jabón, detergente, etc.
¡Tú puedes ayudar a hacer el cambio!